El museo ferroviario fue creado a partir de un convenio entre la Municipalidad de Santiago y Ferrocarriles del Estado hecho el 14 de diciembre de 1980, siendo abierto al público el 19 de diciembre de 1984. Está emplazado en dos hectáreas de la Quinta Normal de agricultura. El museo es administrado por la Corporación Privada para la Divulgación de la Ciencia y la Tecnología. Como podrán imaginarse, este museo posee una amplia gama de modelos ferroviarios (duh). Con un total de veintidós piezas, destaca principalmente el coche presidencial, destinado a, bueno, los Presidentes de la República de principios del siglo pasado. Esté, junto a un vagón del tren trasandino, son las únicas muestras en las que se permite subir, estando la primera limitada a visitas guiadas (de cuyos horarios no podemos acordarnos. Lo corregiremos algún día).
Que opina del museo Ferroviario...
La Peque: Antes de esta visita ala museo, la ultima vez que entre fue cuando tenia como 4 años, y todas las otras veces lo pasa por afuera, me hacia ilusión entrar a ver los trenes, ya saben, son trenes y son lo mejor que puede existir. Pero si, la extensión que este museo tiene es tan amplia que creo que nos llevo mas de una hora recorrerlo apropiadamente (se recomienda agua en exceso). Es más, si quieren unas fotos alucinante con filtro en sepia, entrar al vagón del tren trasandino debe ser el mejor escenario para hacerlo, incluso es un buen lugar para sesiones fotográficas si lo suyo es buscar buenas tomas. Pero si ese no es el caso, es un buen sitio para aprender de una época mas tranquila y un lugar relajante para estar.
Un Sushi: Como nota al margen, me gustan los trenes. No soy un fanático que conoce todos los modelos y años de construcción, pero si me gustan lo suficiente para lamentar que no sea un medio de transporte más utilizado en el país. Dicho esto, me gusta el museo, es una buena muestra de un tiempo en donde viajar era más romántico, y al mismo tiempo aprender algo sobre un buen tramo de la historia de nuestro país. Aunque hay que admitir, la información del contexto histórico que utiliza el museo es la justa y necesaria, evitando ahondar demasiado para no desviarse del tema. Recomiendo la visita, solo recomiendo utilizar mucho, mucho bloqueador.
Por cierto ¿No les parece raro que la quinta normal no sea administrada por Quinta Normal? (esta probablemente sea una observación recurrente).
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